Unos 15 chopos de la arboleda de La Fuente la Teja (Soria) han sido talados. Esta corta no tiene justificación ya que existían alternativas para mantenerlos en pie, aumentando así el valor estético, cultural, histórico y ambiental existente en este singular paraje.
ASDEN-Ecologistas en Acción de Soria lamenta la tala de estos árboles, y en cuanto se sepa cual ha sido la administración responsable se dirigirá a ella para enviarle la crítica y exigir la información y documentación que justifique esa actuación sin haber contemplado otras alternativas mejores.
Se han talado aproximadamente 15 chopos que crecían paralelos a la valla del Camping. Eran unos árboles de unos 50 cm de diámetro que gozaban de buena salud cómo así lo indican sus ramas con buenos y vigorosos crecimientos. Estos árboles únicamente requerían una poda para mantener su estructura de chopo columnar, o rebajar la altura de forma drástica mediante una técnica de poda adecuada si alguien alegaba un problema de seguridad.
En todo caso no se puede justificar la corta en que los chopos tuvieran el corazón marrón, ya que tal fenómeno es normal en la madera de chopo (Populus nigra, no confundir con el Populusxeuramericana de menor longevidad y con madera menos resistente). Bajo tal absurda excusa se deberían haber cortado todos los chopos de grandes dimensiones existentes que están podridos y huecos en su interior.
La Fuente de La Teja es una arboleda cultural de chopos desmochados de grandes dimensiones, como otros próximos que están en la ribera del río Golmayo. La presencia de este chopo centenario podría remontarse a cuando se construyó el puente de Carlos IV sobre el río Golmayo y se inició la construcción de la carretera a Madrid allá por finales del siglo XVIII. En el Diccionario de Pascual Madoz (1845-50) la referenciada así “En Paseos …el denominado Camino de Madrid, con bastante arboleda en ambos costados, por una línea de 1/2 legua, hasta llegar a una fuente que dicen de la Teja”. La existencia de esta fuente y manantiales próximos estaría ligada también a la población y ermita de Pascual Ibáñez, ya desaparecida.
Su valor se incrementa porque están dentro de los 75 metros de anchura la imprescriptible e inalienable Cañada Oriental Soriana.
Además de su importancia histórica, esta arboleda tiene interés ecológico porque en sus oquedades viven especies de murciélagos raras y en su madera muerta habita el escarabajo Ciervo volante (Lucanus cervus) que está protegido. Además algunos sirven y han servido como soporte para nidos de cigüeñas blancas, incluso alguno de los cortados, dado que se aprecian, al menos, dos nidos derribados.
El paraje de la Fuente de la Teja es un vestigio de las históricas entradas por carretera a la ciudad de Soria, que en general estaban custodiadas por arboles carreteros, tanto de ólmos (Ulmus minor) como de chopos negros (Populus nigra). Así lo muestran las fotos del “vuelo americano serie A año 1945-1946”. Los olmos desaparecieron en la década de los años 80, y de los segundos solamente queda una representación en la entrada de la carretera de Zaragoza antes de llegar al Duero (la cual fue gravemente dañada con el hormigonado del Arroyo de Valcorba, y con unas podas incorrectas realizadas durante el mantenimiento de la carretera).
En Soria, contradictoriamente, cuanto más escasos son estos árboles y más valor tienen, peor se les trata, cortándose con más saña, impidiendo en este caso que haya una sustitución de los árboles que van muriendo por los ahora cortados que eran más jóvenes y que puedan ser disfrutados por generaciones venideras.
Otras Causas
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